Desde que comencé a escribir este blog y me propuse el reto de leer "cada semana un libro", esta novela de Antonio Muñoz Molina es la primera con la que no consigo ese objetivo. Llevo leyéndola ya varias semanas, alternándola con los otros libros que he ido comentando.
Y si me ha durando tanto tiempo no es por su tamaño de cerca de 1000 páginas (en otras ocasiones he leído libros similares en mucho menos tiempo), ni tampoco porque me haya aburrido con ella, sino porque se trata de un libro muy denso, de esos que hay que ir saboreando poco a poco, porque el argumento no cuenta y no tienes prisa por saber qué va a suceder, sólo cuenta la lectura en sí misma.
El eje de la novela es la historia de amor entre un arquitecto madrileño y una joven norteamericana, pero eso sirve de excusa para contar los acontecimientos que ocurrieron en Madrid justo al inicio de la guerra civil, y para retratar la sociedad de entonces con todas sus contradicciones. Tanto las descripciones de los personajes como de los ambientes y sucesos de entonces son minuciosas y precisas, y además sin ningún sectarismo, con gran neutralidad, lo que nos convierte en observadores privilegiados. Y la forma de abordar el relato, con continuos saltos temporales de atrás hacia adelante y viceversa, nos va llevando poco a poco y sin ninguna prisa al desenlace.
En resumen, una novela larga, para leer tranquilamente y disfrutar de ella.
Sinopsis
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