A pesar de que tenía ganas de leer este libro de Muriel Barbery, ya que ha sido un gran éxito de ventas y ha tenido multitud de buenas críticas, tengo que decir que a mí no me ha gustado mucho.
Entiendo que puede dar mucho juego para ser comentado en clubs de lectura, en clases de filosofía o en otros foros similares, ya que en él se plantea una crítica sobre la sociedad y sus prejuicios, se habla de la soledad, de la dificultad de vivir día tras día, de la importancia del arte y la cultura... y otros temas de esa índole sobre los que se puede discutir ampliamente.
Pero obviando estas reflexiones, me parece una historia sin mucho gancho, en la que no sucede apenas nada -sobre todo en la primera parte-, y con unos personajes poco creíbles. A mí particularmente me ha aburrido, quizá porque en estos momentos busco otro tipo de lecturas.
Sinopsis
En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer ka desesperanza. La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas.
Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.
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