Ya había leído el primer libro de Mercedes Castro, Y punto., que desde aquí recomiendo, pues me pareció un enfoque del mundo de la policía totalmente nuevo, con una protagonista tan real como la vida misma y unas situaciones de lo más creíbles.
Y si cuento esto es porque esta novela es radicalmente opuesta. En este caso la protagonista es, como el propio título indica, una mujer peligrosa cuyos amantes desaparecen misteriosamente y que tiene éxito como cocinera de moda con una cocina innovadora y algo transgresora. Con estas pistas, es fácil deducir el destino de esos amantes, pero no obstante la intriga está planteada de forma interesante y no aburre en absoluto.
Una novela ciertamente original, aún dentro de su fantasía con aire un poco gore, con una cierta dosis de ironía y de alguna manera una crítica a la cocina de diseño e incluso a esos hombres que se creen muy importantes. O, al menos, a mí me lo ha parecido.
Eso sí, no apta para estómagos delicados...
Sinopsis
Teresa oculta secretos en sus fogones que logran que sus platos despierten pasiones, pero, a pesar de su exitosa carrera como chef, de su programa de televisión y su faceta como revolucionaria escritora de recetarios, no termina de sentirse satisfecha. Tal vez porque sus amantes desaparecen sin dejar rastro. Puede que por ese hueco de silencio que nadie alcanza a reconstruir en su pasado.
Para huir de la soledad, Teresa se obliga a buscar un alma gemela que no termina de encontrar y, decidida a aplacar su voracidad, determina volcarse en la cocina, su verdadera obsesión. En sus noches marcadas por los recuerdos y el insomnio creará manjares de sabores inolvidables e imposibles de identificar, tan llenos de misterios como su vida, tan rebosantes de enigmas como los ingredientes que ningún osado ha conseguido descifrar.
Tras un brillante debut con su novela Y punto., Mercedes Castro nos sorprende con esta intriga psicológica, un cuento de hadas envenenado, cargado de humor negro y un perverso sentido del suspense, la historia de una mujer fatal que persigue huir de us destino. Mantis, plena de ironía y tensión, nos hará desear conocer mejor a Teresa y, no importa qué delicia nos sirva, sentarnos a comer a su mesa.
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