Este libro es el segundo de Colleen McCullough que tiene como protagonista al capitán Delmonico. El primero (On, off) ya lo comenté hace unos meses, y como dije entonces me gustó bastante.
De este no puedo decir lo mismo. La trama está muy elaborada, pero el exceso de asesinatos y de personajes (hay hasta doce o trece crímenes) hace que resulte un poco confuso y que en ocasiones te pierdas en la intriga. Al menos a mí me ha pasado esto.
Además el final tampoco me ha parecido tan claro como en el anterior, me ha resultado demasiado embarullado. No cabe duda de que tiene intriga, mezclada incluso con espionaje, y muy elaborada, pero para mi gusto el primero es bastante mejor y este le considero más prescindible.
Sinopsis
Corre el año 1967, la Guerra Fría continúa y el mundo se encuentra al borde del holocausto nuclear. Es un hermoso día de primavera en la pequeña ciudad de Holloman, Connecticut, sede de la Universidad de Chubb y de la empresa de armamento Cornucopia. El capitán Carmine Delmonico tiene preocupaciones más apremiantes que elegir el nombre para su hijo pequeño: en un solo día doce personas han sido asesinadas.
Con el apoyo de los sargentos Goldberg y Marshall y de la nueva integrante del equipo, la meticulosa Delia Castairs, Delmonico debe enfrentarse a un caso que parece no tener solución. Todos los crímenes son diferentes y aparentemente no están conectados. ¿Se trata de un solo asesino ode varios? ¿Cuál es la relación entre la muerte de un estudiante de la universidad y el gerente de Cornucopia? Como si doce asesinatos no fueran suficientes, Carmine ha de enfrentarse con el misterioso Ulises, un espía que revela los secretos de Cornucopia a los rusos, hasta verse atrapado en una red de ambiciones, intereses políticos y rivalidades académicas.
Con este nuevo y apasionante caso del capitán Delmonico, Colleen McCullough prueba una vez más que también es una magistral autora de thrillers.
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