Tras este título en apariencia tan almibarado, Carin Gerhardsen nos presenta una novela que no tiene nada que ver con él, sino que es bastante cruda, muy en la línea de la literatura nórdica que, como creo que ya he dicho en alguna ocasión, nos está dando una visión de estos países menos idílica de lo que pensábamos.
Para ser la primera obra de una autora desconocida, me ha parecido que no tiene nada que envidiar a otros autores más famosos. La intriga está bien trabajada y sin querer desvelar mucho, puedo decir que consigue sorprender.
Uno de los personajes que me ha gustado, por salirse un poco de la norma, es el comisario encargado del caso, del que nos presenta una visión familiar como padrazo de nada menos que cinco hijos que no suele ser muy habitual.
Y además de la intriga policiaca, también puede invitar a la reflexión, pues en el fondo de todo está latente el acoso escolar y cómo puede influir en la vida futura de los que lo sufren.
Sinopsis