Tras este título en apariencia tan almibarado, Carin Gerhardsen nos presenta una novela que no tiene nada que ver con él, sino que es bastante cruda, muy en la línea de la literatura nórdica que, como creo que ya he dicho en alguna ocasión, nos está dando una visión de estos países menos idílica de lo que pensábamos.
Para ser la primera obra de una autora desconocida, me ha parecido que no tiene nada que envidiar a otros autores más famosos. La intriga está bien trabajada y sin querer desvelar mucho, puedo decir que consigue sorprender.
Uno de los personajes que me ha gustado, por salirse un poco de la norma, es el comisario encargado del caso, del que nos presenta una visión familiar como padrazo de nada menos que cinco hijos que no suele ser muy habitual.
Y además de la intriga policiaca, también puede invitar a la reflexión, pues en el fondo de todo está latente el acoso escolar y cómo puede influir en la vida futura de los que lo sufren.
Sinopsis
¿Y si hubieras compartido tu infancia con un asesino?
Hans, un joven agente inmobiliario y padre de familia, debe visitar una noche una casa, el número 31 de la calle Akerbärsvägen en Enskede, una pequeña localidad a las afueras de Estocolmo. Unos días más tarde, Ingrid, la propietaria de la casa, regresa tras haber pasado un tiempo internada en el hospital y encuentra el cadáver de Hans en el suelo de su cocina. El caso cae en manos de Conny Sjöberg, destacado comisario de la policía judicial con un oscuro pasado a sus espaldas. Sin embargo, no resulta fácil encontrar pistas, pues el asesino parece haber hecho un trabajo impecable sin dejar rastro alguno. Cuando se cometen más asesinatos en diferentes localidades del extrarradio de Estocolmo, la exhaustiva investigación que lleva a cabo la policía revela que en todos los casos las víctimas comparten dos rasgos: todas tienen cuarenta y cuatro años y pasaron su infancia en la localidad de Katrineholm.
El comisario Sjöberg se enfrenta a una investigación que va a convulsionar la vida de una pequeña y tranquila localidad para siempre...
En su magnífico debut, Carin Gerhardsen nos ofrece una vuelta de tuerca magistral sobre la realidad de la sociedad sueca y sobre cómo se construye la psique de un asesino.
3 comentarios:
Es un libro que me encantó de principio a fin. Espero con muchas ganas la segunda novela de la autora.
Esta es una novela negra nórdica bastante sorprendente. Durante prácticamente todo el libro la autora te hace creer que el final es totalmente previsible y que conoces la identidad del asesino desde las primeras páginas. ¡Pues hay una sorpresita!
La he encontrado muy entretenida y ligera, como todas las novelas negras nórdicas que se publican en los últimos años. A mí me gustan bastante porque no es necesario que te concentres demasiado en el argumento (vaya, nada que ver con Yo confieso, por ejemplo) y me permiten relajar la mente y coger fuerzas para la siguiente novela. Como muy bien dice una compañera de trabajo, estas son novelas tipo "sorbete de limón" que te ayudan a pasar de un plato contundente a otro.
¡Recomendable!
Totalmente de acuerdo contigo, Sandra. Esa es la razón por la que me encanta leer novelas de este tipo, porque te permite relajar la mente y evadirte de las preocupaciones cotidianas sin hacer demasiado esfuerzo de concentración.
Muchas gracias por tu comentario y por seguir este blog.
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