Siguiendo la estela de la actualidad, que tiene a los griegos como protagonistas de las noticias en estos últimos tiempos, esta semana me he decidido por una novela policiaca de Petros Márkaris, del que ya había leído unas cuantas de las anteriores de esta serie.
No es ésta en concreto una de las que más me ha gustado, quizás por el hecho de que tiene menos que las otras de policiaca, y tampoco en esta ocasión transcurre en Grecia, sino en Estambul, durante unas vacaciones del comisario Jaritos.
Pero en cualquier caso no le falta lo que a mi parecer es lo mejor de la serie, que no es otra cosa que la personalidad del comisario, la naturalidad con que actúa tanto en el trabajo policial como en su vida familiar, que le hace muy cercano, y lo divertido que resulta en muchas ocasiones.
Y como novedad las buenas descripciones que hace de Estambul y sus costumbres, que nos dan a conocer la ciudad tan bien como cualquier guía de viaje.
Sinopsis
Tras la boda de su hija Katerina, el comisario Kostas Jaritos decide tomarse unos días de descanso y viajar con su temperamental mujer a Estambul. Allí, mientras se mezcla con cientos de turistas para admirar iglesias, mezquitas y palacios y degustar la gastronomía del lugar. Jaritos se lanza a investigar una serie de asesinatos cometidos en el seno de la comunidad griega de la ciudad. Para ello se verá obligado a trabajar codo con codo con el suspicaz comisario turco Murat.
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