domingo, 15 de enero de 2012

Habitaciones cerradas (Care Santos)

Si el anterior libro que leí de Care Santos me gustó, éste me ha gustado aún más (sí, ya sé que la semana pasada dije lo mismo, pero la situación se repite y es la forma más sencilla de expresarlo...)
Es una de esas novelas en las que no falta casi ningún ingrediente: amor, celos, traiciones, odios, costumbrismo, intriga, historia... todo en pequeñas dosis. 
Y sin embargo, creo que el argumento es casi lo menos importante y que si la novela es especial es por la forma en que está contada la historia, con continuos saltos temporales del presente al pasado, ni siquiera de forma cronológica, pero tan bien diseñados que no se pierde el hilo en ningún momento y de tal forma que la historia nos engancha y nos incita a seguir leyendo. La utilización de distintos soportes de escritura, desde la simple narración a los e-mails o los recortes de prensa, e incluso la descripción de los cuadros pintados por el protagonista, es un atractivo más.
Consigue además trasladarnos perfectamente al ambiente de la Barcelona de principios del siglo XX, integrando la ficción en la realidad de modo que no se sabe dónde empiezan y terminan cada una de ellas.
Una novela de esas que te da pena que se acaben y que no te importaría volver a leer en cualquier momento.

Sinopsis

En la convulsa y fascinante Barcelona del modernismo, la matriarca de una de las sagas más prestigiosas de la ciudad prepara el traslado a su nuevo hogar, un precioso palacete vecino del por entonces incipiente Paseo de Gracia. Las paredes de esa casa serán el celoso guardián de unas vidas repletas de ambición, secretos inconfesables y pasiones ocultas. Ésa es la herencia que el tiempo confiará a Violeta, última de la estirpe: el pasado, visto desde el presente, siempre es un rompecabezas al que le faltan piezas...
Care Santos traza un gran fresco histórico y social que nos invita a reflexionar sobre la débil memoria que legamos a las generaciones sucesivas. Una historia de intriga, romance y tragedia con el telón de fondo de un mundo que se fue para no volver.

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