Este es el tercer libro de la serie de novelas policiacas de Mary Jungstedt ambientado en la isla de Gotland y, aunque no he leído ninguno de los anteriores y me suele gustar hacerlo en orden, he hecho una excepción, ya que se trata de una de esas lecturas que tenía en mente hace tiempo.
No puedo decir que me haya parecido especialmente relevante por algo en concreto. Otra autora más de novela nórdica de esta ola que nos invade, que resulta entretenida, pero sin más complicaciones ni pretensiones.
El libro se lee fácilmente, los capítulos son cortos y cambia a menudo de punto de vista, engancha lo suficiente...
Uno de esos libros para entretener en estas tardes grises de invierno con un café calentito y al lado de una chimenea (si es posible).
Sinopsis