Para los que siguen este blog seguro que no es una sorpresa si digo que la literatura policiaca es uno de mis géneros favoritos, pues un porcentaje elevado de los libros que leo son de ese tipo (algún rato que tenga ganas ya lo calcularé...).
Y si dentro del género tengo por supuesto mis autores preferidos, también es cierto que me gusta descubrir otros menos conocidos, pues a veces se encuentran gratas sorpresas.
Este es el caso de Veit Heinichen, escritor alemán cuyas novelas transcurren sin embargo en Trieste, una zona de Italia que no conozco pero que leyéndolas me han entrado ganas de conocer. Parte de ésta sucede también en Eslovenia, que es otro de esos países a los que también tengo ganas de ir.
En resumen, que me ha resultado entretenida porque además trata de temas muy actuales, como la eliminación de fronteras en Europa o los grupos financieros que controlan el dinero de forma más o menos legal, y que propongo para aquellos que no conozcan al comisario Laurenti, otro de esos detectives muy normales que sin duda se hacen querer.
Y, aunque no tenga nada que ver con mis lecturas, quiero mandar un saludo a mi amiga Mar, con la que comparto buenos ratos de cine, que acaba de estrenar precisamente un blog para comentar esas películas que vemos, animada en cierto modo por este.
Este es el enlace: http://www.cadamesuncine.blogspot.com.es/
Ánimo, Mar, y a ver si seguimos celebrando aniversarios blogueros juntas.
Y, aunque no tenga nada que ver con mis lecturas, quiero mandar un saludo a mi amiga Mar, con la que comparto buenos ratos de cine, que acaba de estrenar precisamente un blog para comentar esas películas que vemos, animada en cierto modo por este.
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Ánimo, Mar, y a ver si seguimos celebrando aniversarios blogueros juntas.
Sinopsis
La noche en que el comisario Laurenti regresa a Trieste tras asistir a una conferencia internacional sobre la seguridad en la Unión Europea, en su mismo tren se comete el asesinato del taxidermista Marzio Manfredi. Las pistas indican que éste se ganaba la vida con el contrabando de drogas y animales de especies protegidas. Para la investigación, Laurenti no puede contar con su nueva compañera, Pina, porque acaba de ser atacada por un pitbull. Casualmente, es atendida en la villa de un tiburón de las finanzas un tanto sospechoso, al otro lado de la frontera italo-eslovena. Pina no imagina que se encuentra en pleno corazón del crimen financiero. Goran Newman, su anfitrión, gana miles de millones en los mercados internacionales gracias a sus negocios inmobiliarios y al comercio de cereales sometidos a manipulación genética. Un intento de atentar contra el millonario por parte de un grupo de radicales de la ultraderecha croata procura aún mayor estrés al comisario...
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