Si la semana pasada estuve leyendo un libro que, como dije, fue un regalo de reyes de hace ya bastantes años, parece que fue una premonición, pues este año me esperaba en los zapatos (sí, yo todavía pongo los zapatos a ver qué dejan los Reyes Magos) otro libro de regalo, cosa que no sucedía hace tiempo. Así que sin más dilación y sin ponerlo en la lista de espera, me puse manos a la obra y paso a comentarlo.
Se trata de la primera novela para adultos de
J.K. Rowling, que supongo que quiere decir que es exclusivamente para adultos, ya que yo ya me había leído dos o tres libros de Harry Potter antes de que fuera un fenómeno literario, cuando casi nadie los conocía, y ya me gustaron, por lo que no considero que fuera sólo literatura infantil o juvenil.
En cualquier caso, en esta novela la autora da un giro radical a su escritura, puesto que el mundo que nos retrata no puede ser más distinto del mundo mágico de Harry Potter, yo diría que es muy realista. Nos cuenta la vida en un pueblecito inglés, donde parece que no pasa nada y donde todo es de lo más normal, pero simplemente contándonos la vida diaria de sus habitantes consigue mantener el interés en todo momento, pues se trata de un conjunto de personajes complejos precisamente en su simplicidad, ya que podemos encontrar rasgos en ellos que nos recuerdan situaciones de nuestra vida diaria y, aunque no nos caen bien en general, los entendemos perfectamente.
Aunque al principio resulta un poco complicada de seguir, por esa cantidad de personajes que no parecen tener relación entre ellos, poco a poco te vas metiendo en la novela y consigue mantener el interés hasta el final, a pesar de que no hay una trama concreta.
Me ha parecido valiente por parte de la autora el abandonar al exitoso Harry Potter y adentrarse en otra literatura y creo que ha pasado la prueba con éxito.
Sinopsis