Hace poco leí la segunda novela de David Tejera, Seis peces azules, y como ya comenté en su momento me dejó una sensación un tanto agridulce, así que no he podido dejar de leer la primera para ver si mi opinión se decantaba hacia uno u otro lado.
Esta novela no tiene nada que ver con la posterior, si en algo se parecen es en que está muy bien escrita, con descripciones de los personajes y de los escenarios que consiguen que te parezca estar allí, cosa que ya pasaba en aquélla.
En este caso, hay como dos novelas en una. La primera basada en hechos supongo que históricos, que nos cuenta parte de la vida de Miguel Angel y una serie de anécdotas referentes a sus obras. Y la segunda, la parte de ficción, donde un joven escultor conecta con esa historia en el presente, a través de esas obras. Me han gustado ambas partes y me ha parecido que están unidas de forma bastante creíble.
Una novela muy interesante.
Esta novela no tiene nada que ver con la posterior, si en algo se parecen es en que está muy bien escrita, con descripciones de los personajes y de los escenarios que consiguen que te parezca estar allí, cosa que ya pasaba en aquélla.
En este caso, hay como dos novelas en una. La primera basada en hechos supongo que históricos, que nos cuenta parte de la vida de Miguel Angel y una serie de anécdotas referentes a sus obras. Y la segunda, la parte de ficción, donde un joven escultor conecta con esa historia en el presente, a través de esas obras. Me han gustado ambas partes y me ha parecido que están unidas de forma bastante creíble.
Una novela muy interesante.
Sinopsis
En 1504 Miguel Angel Buonarroti está a punto de concluir el David, que se convertirá en símbolo de la ciudad-estado de Florencia. Pero en la soledad de su taller, otras figuras y otros mármoles se burlan de la fama y la pericia del artista, hasta el punto de que él mismo las dejará inacabadas. El misterio de estas esculturas permanecerá arrumbado cinco siglos, hasta que Nikos Saliaki, un joven escultor becado en Florencia, se tropiece con ellas.
Nikos golpea los cinceles con la misma pasión que lo hacía Miguel Angel. Pero los protagonistas de La senda de los locos caminan con los ojos vendados: en cada bloque de mármol hay una encrucijada, y los enigmas de las esculturas ocultan sus propios enigmas. La senda de los locos es una novela sobre la pasión desmedida, ganadora del VII Premio Ateneo Joven y que revela a David Tejera como un narrador apasionante y vigoroso.
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