La primera novela de Paolo Giordano, La soledad de los números primos, me gustó bastante, así que he cogido ésta con muchas ganas. Pero en este caso, no ha conseguido llegarme tanto, no le he encontrado ese punto que hace que un libro te emocione.
Está muy bien escrito, y es todo un tratado psicológico de los personajes, de los que llegamos a conocer sus pensamientos y sus emociones, pero para mí se ha quedado simplemente ahí. Tal vez porque el ambiente en que transcurre, una base del ejército en Afganistán, y su temática, que es justamente esa guerra absurda, no me atraigan especialmente.
Si algo se puede sacar de ella es desde luego la confirmación de lo absurdas que son las guerras, y lo lamentable de ellas. Resulta impactante constatar como los militares son enviados sin ningún plan ni fundamento, probablemente en base a decisiones de gente a la que no le importan en absoluto, y para quienes son unos simples números.
Como ya digo, el libro no me ha emocionado especialmente, pero tampoco deja indiferente.
Si algo se puede sacar de ella es desde luego la confirmación de lo absurdas que son las guerras, y lo lamentable de ellas. Resulta impactante constatar como los militares son enviados sin ningún plan ni fundamento, probablemente en base a decisiones de gente a la que no le importan en absoluto, y para quienes son unos simples números.
Como ya digo, el libro no me ha emocionado especialmente, pero tampoco deja indiferente.
Sinopsis