domingo, 2 de octubre de 2016

Yeruldelgger, muertos en la estepa (Ian Manook)

Me encanta la novela negra y, por supuesto, tengo mis autores y detectives favoritos, pero eso no quita para me guste también leer a otros menos conocidos, porque en muchas ocasiones te deparan una sorpresa agradable.
Esto es lo que ha sucedido con esta novela de Ian Manook, que una buena amiga me ha regalado, sabiendo de la dificultad de encontrar algún libro que no hubiera leído
Me ha parecido una buena novela por varios motivos: la intriga está bien y te mantiene en tensión durante todo el libro y los personajes son potentes, pero sobre todo porque transcurre en Mongolia, un país bastante desconocido para mí y que me parece muy bien descrito. Nos permite adentrarnos en las contradicciones de su sociedad, entre el tradicionalismo de la vida rural y los problemas de su capital, similares a los de cualquier gran ciudad. Me ha parecido que narra muy bien lo que allí puede suceder, sin dejar de lado los problemas de delincuencia y violencia e incluso la invasión china que sufre el país a todos los niveles.
En cuanto a su protagonista, el comisario Yeruldelgger, al que la promoción del libro compara con Montalbano o Wallander, no diría yo que aún pueda competir con ellos, con los que la relación viene ya de lejos, pero su personalidad es lo suficientemente seductora como para que se haga un hueco en mis preferencias.


Sinopsis
En la inhóspita inmensidad de las estepas mongolas, una familia de nómadas realiza un macabro descubrimiento: el cuerpo de una niña de cinco años enterrada junto con su triciclo. El comisario Yeruldelgger, un tipo temperamental marcado por la tragedia y a quien su trabajo ha llevado casi al límite de la locura, observa la escena del crimen con una mezcla de perplejidad y agotamiento infinitos. Apenas cinco horas antes se encontraba en Ulán Bator, en las oficinas de una empresa china, investigando la aparición de tres cadáveres salvajemente mutilados, y ahora, por extraños motivos, su jefe lo ha apartado del caso.
Esto no significa, claro está, que un tipo como él vaya a quedarse de brazos cruzados. Empeñado en aclarar este monstruoso crimen que le revuelve las tripas, Yeruldelgger inicia una investigación paralela con la colaboración de la inspectora Oyun, una mujer intrépida, descarada y un poco enamorada de él, y de la forense Solongo, con la que el comisario mantiene una compleja relación sentimental. Poco a poco, van surgiendo vínculos inesperados entre ambos casos, y en su camino se cruzarán desde fantoches de baja estofa hasta una red de políticos y empresarios sin escrúpulos que anteponen los negocios a la vida humana. En última instancia, lo más preocupante será la corrupción policial que sostiene esa estructura diabólica, dispuesta a todo para mantener el statu quo. Así pues, desde la sombra, Yeruldelgger y su equipo se jugarán la viad para esclarecer la verdad y librar al país de una plaga que se expande por su tejido más profundo.
Ganadora de múltiples premiso en Francia -entre ellos el prestigioso Premio SNCF du Polar, el Premio de las Lectoras de Elle y el Premio de los Lectores Quais du Polar/20 Minutes-, Yeruldelgger, muertos en la estepa aporta al público un ámbito geográfico exótico y desconocido, el de una Mongolia compuesta tanto por las tribus nómadas de las llanuras como por los habitantes de Ulán Bator, un nido de crimen, vicio y racismo, donde el nivel de vileza en todas las esferas convierte el trabajo policial en un desafío quijotesco.

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