Me atrajo mucho el argumento de esta novela de María Oruña, escritora de la que no había oído hablar, ya que ésta es su primera novela, y después de leerla tengo que decir que la realidad ha superado todas las expectativas.
Me ha tenido inmersa en ella, sin poder dejar de leer, y al terminarla me ha quedado ese vacío que dejan los libros que te gustaría que no acabaran nunca.
Utiliza el recurso de alternar dos historias de distintas épocas, una de intriga en la época actual, con investigación policial incluida, y otra del pasado, desde la época de la guerra civil, que además es contada en forma de diario por alguien a quien no conocemos y que sólo descubrimos muy al final.
La intriga está muy bien llevada, los personajes son atractivos, y el paisaje y los pueblos de Cantabria son una parte muy importante de la novela, la ambientación está muy lograda y sientes que estás allí.
Una novela muy recomendable de la que estoy deseando leer la continuación, pues todo parece indicar que vamos a encontrarnos con estos personajes más adelante en una nueva historia.
Me ha tenido inmersa en ella, sin poder dejar de leer, y al terminarla me ha quedado ese vacío que dejan los libros que te gustaría que no acabaran nunca.
Utiliza el recurso de alternar dos historias de distintas épocas, una de intriga en la época actual, con investigación policial incluida, y otra del pasado, desde la época de la guerra civil, que además es contada en forma de diario por alguien a quien no conocemos y que sólo descubrimos muy al final.
La intriga está muy bien llevada, los personajes son atractivos, y el paisaje y los pueblos de Cantabria son una parte muy importante de la novela, la ambientación está muy lograda y sientes que estás allí.
Una novela muy recomendable de la que estoy deseando leer la continuación, pues todo parece indicar que vamos a encontrarnos con estos personajes más adelante en una nueva historia.
Sinopsis
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. Durante las obras de remodelación se descubre, en el sótano, el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico.
Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en distintas ciudades de Cantabria -Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas- que, unidos a los insólitos resultados forenses de las víctimas, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que iniciará un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.
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