Cuando la primera novela de un autor te gusta mucho, a veces es difícil que la segunda la supere, pues las expectativas suelen estar bastante altas. En esta ocasión, tengo que decir que esta novela de María Oruña me ha gustado incluso más que la anterior, y además con el aliciente de que tienen poco que ver, salvo la pareja de protagonistas, claro.
Si en Puerto escondido la investigación estaba muy relacionada con el pasado, en este libro todo es muy del presente, tocando temas de bastante actualidad, con una temática bastante original que no desvelaré para no dar pistas. Por lo demás, la trama te engancha desde el principio y es de esos libros que no puedes soltar, como ya me ocurrió con el primero.
Me gusta mucho también la pareja de protagonistas, a los que vamos viendo evolucionar de forma muy creíble. Vamos, que no le encuentro ninguna pega. Bueno, sí: que ya nos ha dejado sembrada la intriga para la siguiente entrega y que habrá que esperar un tiempo para ver lo que sucede.
Sinopsis