La última novela de Isabel Allende que había leído hace ya tiempo fue su incursión en la novela negra o de intriga ("El juego de Ripper"), que no termino de convencerme como tal.
Ésta, por el contrario, va más en la línea de lo que me gusta de esta autora.
Con una historia de amor de fondo, nos cuenta muchas más cosas: la necesidad de exiliarse de la Alemania nazi, los problemas de abusos a menores, la decadencia que produce la vejez, los campos de concentración a los que enviaron los EEUU a su población japonesa... (En lo que se refiere a este último tema, tengo que hacer un inciso. Me parece mentira que no conociera este hecho, creo que han hecho un gran trabajo en no darle apenas publicidad.)
En resumen, que la novela mezcla temas y personajes de forma magistral, sin que se pierda el interés en ningún momento y con una escritura muy cuidada (como suele ser habitual en la autora).
Muy recomendable.
Y no quiero dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a la amiga que me la ha prestado y al hecho de poder terminar de leerla y comentarla.
Ésta, por el contrario, va más en la línea de lo que me gusta de esta autora.
Con una historia de amor de fondo, nos cuenta muchas más cosas: la necesidad de exiliarse de la Alemania nazi, los problemas de abusos a menores, la decadencia que produce la vejez, los campos de concentración a los que enviaron los EEUU a su población japonesa... (En lo que se refiere a este último tema, tengo que hacer un inciso. Me parece mentira que no conociera este hecho, creo que han hecho un gran trabajo en no darle apenas publicidad.)
En resumen, que la novela mezcla temas y personajes de forma magistral, sin que se pierda el interés en ningún momento y con una escritura muy cuidada (como suele ser habitual en la autora).
Muy recomendable.
Y no quiero dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a la amiga que me la ha prestado y al hecho de poder terminar de leerla y comentarla.
Sinopsis
"A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno."
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