Siguiendo la tendencia de las últimas semanas de leer dos libros casi seguidos del mismo autor, y a pesar de que el último de Patricia Cornwell no me gustó tanto como esperaba, he decidido continuar con su siguiente novela, que tenía pendiente.
De algún modo me ha servido para reconciliarme con ella y con su protagonista, Kay Scarpetta, ya que este caso se parece más a los iniciales de la serie, que me gustaban más.
No sabría explicar cuál ha sido el motivo, quizás que no resulta tan complejo como los últimos, pero el hecho es que en esta ocasión la intriga me ha enganchado mucho más, de forma que no podía parar de leer. Incluso me he quedado con ganas de seguir.
Pero, de momento, la aparcaremos hasta mejor ocasión.
De algún modo me ha servido para reconciliarme con ella y con su protagonista, Kay Scarpetta, ya que este caso se parece más a los iniciales de la serie, que me gustaban más.
No sabría explicar cuál ha sido el motivo, quizás que no resulta tan complejo como los últimos, pero el hecho es que en esta ocasión la intriga me ha enganchado mucho más, de forma que no podía parar de leer. Incluso me he quedado con ganas de seguir.
Pero, de momento, la aparcaremos hasta mejor ocasión.
Sinopsis
Con motivo de su cumpleaños, la doctora Scarpetta se dispone a volar a Miami cuando descubre siete monedas en la pared trasera de su casa de Cambridge. ¿Se trata de un juego infantil? Y en ese caso, ¿por qué todas las monedas son de 1981 y tan brillantes como si acabaran de ser acuñadas? De pronto, recibe la llamada del detective Steve Marino, informándole de que se ha cometido un asesinato a cinco minutos de distancia: un profesor de música del instituto ha recibido un certero disparo cuando estaba descargando su coche. Al parecer, nadie ha visto ni oído nada.
Kay Scarpetta se verá involucrada en la persecución de un francotirador y asesino en serie, una investigación que la llevará de Nueva Jersey a Massachusetts, y más adelante a las oscuras profundidades de la costa de Florida, donde se sumergirá en busca de un barco hundido para hallar respuestas que sólo ella puede descubrir y analizar. Pronto comprobará que todas las evidencias señalan a un miembro de su propia familia: Lucy, su sobrina experta en tecnología.
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