Una nueva novela de Pierre Lemaitre a la que podría aplicar lo dicho para cualquiera de las anteriores. Si en el género policíaco hay numerosos autores que manejan el suspense y la intriga maravillosamente, creo que a Pierre Lemaitre le podemos catalogar como el genio de la intriga en situaciones normales.
Cualquier hecho cotidiano, en el que podemos encontrarnos cada uno de nosotros, consigue retorcerlo de tal forma que ya no sabes por dónde va a salir, y cuando crees que ya está todo acabado le da otra vuelta de tuerca y nada es lo que parece.
De momento no me canso de leer a este autor, pues además cada temática es totalmente distinta. No hay lugar para el aburrimiento.
Cualquier hecho cotidiano, en el que podemos encontrarnos cada uno de nosotros, consigue retorcerlo de tal forma que ya no sabes por dónde va a salir, y cuando crees que ya está todo acabado le da otra vuelta de tuerca y nada es lo que parece.
De momento no me canso de leer a este autor, pues además cada temática es totalmente distinta. No hay lugar para el aburrimiento.
Sinopsis
El antaño flamante director de recursos humanos Alain Delambre ha perdido toda esperanza de encontrar trabajo y se siente cada vez más marginado. Cuando una empresa de reclutamiento considera su candidatura, está dispuesto a todo con tal de conseguir el empleo y recuperar su dignidad, desde mentir a su esposa hasta pedirle dinero a su hija para poder participar en la prueba final del proceso de selección: un simulacro de toma de rehenes. Sin embargo, la ira acumulada en años de agravios no tiene límites... y el juego de rol puede convertirse en un macabro juego de muerte. Con humor, crudeza y un realismo brutal, Lemaitre explora el lado más inmoral del mundo empresarial y los efectos perversos del desempleo en cualquiera de nosotros.
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