Hacía tiempo que tenía esta novela de Pierre Szalowski entre mis lecturas pendientes, porque había leído muy buenas críticas, así que no dudé cuando la encontré en la biblioteca.
La definen como una novela entrañable y divertida. Desde mi punto de vista entrañable sí que es, pero no la calificaría como divertida, aunque tenga algún momento en el que puedas esbozar una sonrisa.
Lo más entrañable son sus personajes, todos ellos muy peculiares y muy tímidos. No se atreven a nada hasta que se produce la situación que cuenta la novela, que hace que saquen a la luz su auténtica personalidad.
Supongo que se intenta que nos quedemos con la moraleja, que saquemos conclusiones y nos ocupemos más de los que tenemos alrededor, pues en general prestamos poca atención a las cosas que de verdad son importantes.
Como mensaje está bien, y la novela se lee muy fácil y resulta agradable, pero la verdad es que esperaba algo más. Como he dicho en algunas ocasiones, tal vez no haya sido su momento para mí, pero que cada uno saque sus conclusiones.
La definen como una novela entrañable y divertida. Desde mi punto de vista entrañable sí que es, pero no la calificaría como divertida, aunque tenga algún momento en el que puedas esbozar una sonrisa.
Lo más entrañable son sus personajes, todos ellos muy peculiares y muy tímidos. No se atreven a nada hasta que se produce la situación que cuenta la novela, que hace que saquen a la luz su auténtica personalidad.
Supongo que se intenta que nos quedemos con la moraleja, que saquemos conclusiones y nos ocupemos más de los que tenemos alrededor, pues en general prestamos poca atención a las cosas que de verdad son importantes.
Como mensaje está bien, y la novela se lee muy fácil y resulta agradable, pero la verdad es que esperaba algo más. Como he dicho en algunas ocasiones, tal vez no haya sido su momento para mí, pero que cada uno saque sus conclusiones.
Sinopsis
Algunas navidades son inolvidables. Y las de 1998 en Quebec serán siempre recordadas por un niño que en aquel momento tenía once años. Fue entonces cuando sus padres le anunciaron que iban a separarse. Jamás creyó que algo así podía pasarle a él y se enfadó y lloró como nunca lo había hecho. Y gritó al cielo: "ayúdame", pero él era tan pequeño y el cielo tan grande... Sin embargo, aquella noche se desató la peor tormenta que Quebec había conocido.
Aquella tormenta marcaría su vida y la de sus vecinos, porque las situaciones extraordinarias hacen que las cosas se vean de una forma diferente. Y en la pequeña comunidad sumida bajo el manto de hielo florecieron relaciones inesperadas y algunas personas recordaron sentimientos que tenían olvidados.
El frío modifica la trayectoria de los peces es una novela entrañable y divertida. Una lectura que reconforta, con la que Pierra Szalowski ha irrumpido en el mundo literario como un verdadero soplo de aire fresco y cuya originalidad e inolvidables personajes quedaran grabados en la memoria del lector durante mucho tiempo.
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