Últimamente no se me ha dado bien esto de buscar autores nuevos de novelas de intriga y estaba un poco reticente, pero con esta de Ivo Fornesa ha habido algo más de suerte. Tal vez no sea una gran novela, pero me ha resultado bastante entretenida.
Podría decir que en cierto modo me ha recordado aquellos capítulos de la serie de televisión que tenía como protagonista a Jessica Fletcher, una escritora metida a detective aficionada, pues en esta ocasión también el protagonista es un aficionado que por su cuenta y riesgo se pone a investigar un posible asesinato, de forma bastante peculiar.
La ambientación en un pueblecito francés está muy conseguida, incluso podría decir que a veces se pasa un poco y puede resultar algo excesiva.
Me ha gustado la forma de escribir, con un punto de ironía en algunas ocasiones, que te saca una sonrisa.
En resumen, una novela entretenida que además no tiene un final cerrado. El autor nos deja a los lectores que saquemos nuestras propias conclusiones.
Podría decir que en cierto modo me ha recordado aquellos capítulos de la serie de televisión que tenía como protagonista a Jessica Fletcher, una escritora metida a detective aficionada, pues en esta ocasión también el protagonista es un aficionado que por su cuenta y riesgo se pone a investigar un posible asesinato, de forma bastante peculiar.
La ambientación en un pueblecito francés está muy conseguida, incluso podría decir que a veces se pasa un poco y puede resultar algo excesiva.
Me ha gustado la forma de escribir, con un punto de ironía en algunas ocasiones, que te saca una sonrisa.
En resumen, una novela entretenida que además no tiene un final cerrado. El autor nos deja a los lectores que saquemos nuestras propias conclusiones.
Sinopsis
¿Quién iba a sospechar que el vetusto castillo de Saint-Chartier, una fortaleza medieval cuyos orígenes se remontan al siglo VII y que se encuentra en la tranquila y tradicional comarca de Berry, podía ser el escenario de un crimen?
El castillo, que había albergado personajes de talla histórica tan imponentes como Ricardo Corazón de León, Juana de Arco, y el mismísimo Emperador, en paso fugaz tras la batalla de Waterloo, ha sido recientemente adquirido por un argentino de origen irlandés, cuya misteriosa fortuna parece haberse forjado en lugares exóticos. El origen de su dinero es pasto de todas las especulaciones posibles y con él se dedica a restaurara el edificio de modo que se convierta en su vivienda permanente, y las dependencias que lo rodean se habiliten como museo de sus excéntricas colecciones.
Durante la fiesta de inauguración del recién restaurado castillo, el nuevo propietario aparece muerto en extrañas circunstancias y un residente recién llegado, Laurent de Rodergues, es señalado como principal sospechoso. Por falta de pruebas la gendarmería termina por clasificar las causas de la muerte como fortuitas pero Laurent va descubriendo hechos y situaciones que le inducen a creer que tal muerte no ha sido casual. En pocos días la aparición de posibles culpables se dispara y el idílico pueblecito que Laurent consideró uno más de los muchos lugares que tachonan la Francia más rural y profunda, demuestra ser un hervidero donde se ocultan negras pasiones y abundantes sorpresas.
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