Este libro de María José Casado Ruiz de Lóizaga es el que vamos a comentar mañana en el club de lectura. Muy adecuado a la celebración / reivindicación que acabamos de pasar.
Nos cuenta la vida de diez mujeres que tuvieron importante repercusión en la ciencia, en diferentes ámbitos, a lo largo de la historia, desde Hipatia de Alejandría (siglo II), hasta Rosalind Franklin (ya en el siglo XX).
Lo cierto es que quitando a la primera que he mencionado, a la que ciertamente conocí a través de la película que se hizo hace unos años, y a Marie Curie, sin duda la más famosa, del resto apenas tenía noticias, lo cual viene a demostrar la invisibilidad que las mujeres han tenido en el mundo científico.
Sus historias son muy interesantes, pues cada una de ella tuvo que enfrentarse a una situación personal diferente, pero al final su tesón pudo más que todos los obstáculos y consiguieron de algún modo sus propósitos.
Creo que estas mujeres son las representan el verdadero espíritu del feminismo, que hoy en día está algo desvirtuado. No dudo que haya que manifestarse, pero el verdadero trabajo se hace día a día, cada una desde la parcela que nos corresponde. Y lo digo con conocimiento de causa, pues desde hace mucho tiempo he estudiado y trabajado en mundos bastante "masculinos". No dudo que haya que pelear por la igualdad en otras sociedades, pero en el mundo en el que nos movemos lo único que se puede hacer es trabajar por ella, sobre todo en la educación, y nunca dar un paso atrás.
Las mujeres de este libro lo tenían bastante más complicado y consiguieron lo que se proponían como fruto de su esfuerzo.
Sinopsis
Hasta el reconocimiento internacional de Marie Curie, podría decirse que las mujeres no han existido en el mundo de la ciencia. Sin embargo han trabajado en laboratorios, en universidades, en empresas, contribuyendo de forma notable al desarrollo de sus disciplinas.
La autora saca a la luz la vida de algunas de estas mujeres extraordinarias que, como la astrónoma Hypatia en el siglo II o la aritmética María Andrea Casamayor en el siglo XVIII, han pasado de puntillas por la historia de la ciencia.
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