Termino el año acabando una de las trilogías que tenía pendiente, la de Carme Chaparro, que se ha hecho esperar bastante. Y en esta ocasión, la espera ha merecido la pena.
Se trata de una novela trepidante, de la que no te puedes despegar ni un instante, con asesinatos inexplicables (arduo trabajo de documentación) y personajes que no dejan indiferente.
Y además nos lleva a entender el pasado de la protagonista, en un giro adicional e inesperado de la trama.
La verdad es que la he leido de un tirón y me ha dado pena terminarla.
Sinopsis