Pues no he podido resistirme: cuarta entrega de la serie de Hjorth & Rosenfeldt que ha caído.
No sabría explicar muy bien por qué esta serie engancha tanto, ya que puede parecer similar a otras nórdicas del género, pero lo cierto es que cuando coges uno de sus libros, transcurridos los primeros capítulos entras en una intriga tal que no puedes parar de leer, o por lo menos a mí es lo que me está pasando. Aparte de que, cuando acaba el libro, deja tal suspense por ver cómo continúa que estás deseando ir a por el siguiente.
Probablemente tenga algo que ver el hecho de que los personajes son bastante potentes, nada convencionales, con personalidades muy fuertes y bastante atormentados. Se salen un poco de lo común, y en cada libro vamos conociéndoles un poco más y deseando saber más de ellos.
La propaganda no engaña: cuando lo lees, caes en sus redes...
Bueno, la próxima semana toca libro del club de ciencia, así que intentaré aprovechar para cambiar de lectura.
Una familia es hallada asesinada en su propia casa. La Brigada Criminal de Torkel Hölgrund se hace cargo del caso, una investigación que se complica aún más al descubrir el cadáver del que era el principal sospechoso del crimen.
Pero hay alguien que ha sobrevivido: Nicole, la sobrina de diez años de la pareja, cuyas pisadas llevan al gran bosque que se extiende tras la casa familiar. Sebastian Bergman deberá encontrarla antes de que sea demasiado tarde.
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