Con esta serie de espías Mick Herron ha conseguido algo que no es fácil, que cada novela sea más interesante que la anterior. Me gustó la primera, me gustó más la segunda y con esta he disfrutado tanto o más que con las anteriores.
Me ha reconciliado de algún modo con las novelas de espionaje, que en una época lejana estuvieron entre mis favoritas, pero a las que había abandonado.
En estas en concreto, los personajes, esos espías abandonados y denostados que parece que no quiere nadie, son lo más interesante.
La verdad es que cuando las leo me las imagino perfectamente en una serie de televisión. Espero que alguien tenga la misma visión y la lleve a cabo. Mientras tanto, habrá que conformarse con los libros.
Sinopsis
Cuando secuestran a un miembro de su grupo y les exigen un rescate, los agentes de la casa de la Ciénaga se ven obligados a superar todos los pronósticos sobre su competencia para burlar las férreas medidas de seguridad de la oficina central de inteligencia del MI5 y robar información valiosa como moneda de cambio para salvar a su colega. Sin embargo, este incidente no es más que la punta del iceberg de una conspiración a gran escala, en la que no solo está implicada una banda que trabaja por libre, sino también el estamento más alto del servicio secreto. Tras años condenados a realizar tareas burocráticas, los caballos lentos se encuentran dentro de un complot que amenaza con dinamitar el futuro de la Casa de la Ciénaga y del propio MI5.
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