Buscando una novela ambientada en la isla de Gran Canaria, donde estoy pasando unos días, di con esta de
José Luis Correa, autor del que creo que no había leído nada hasta ahora, pese a ser todo un referente en la novela negra española. Y el descubrimiento ha sido interesante.
He conocido a su detective Ricardo Blanco, que en cierto modo me ha recordado un poco al Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán, por su madurez, su ironía y su forma de ver la vida.
Lo que no me ha servido mucho ha sido para conocer la isla, que era el objetivo inicial, ya que podría estar ambientada en cualquier otra parte, o al menos esa es la sensación que me ha dado. Pero en cualquier caso, la novela me ha gustado. Como novela negra y como novela social, ya que aborda problemas muy actuales: la inmigración, la trata de personas, la corrupción policial...
Otra serie más a tener en cuenta y a acumular en la lista enorme de libros pendientes.
Que una patera llegue a las costas canarias no es, por desgracia, un hecho insólito. Pero, cuando naufraga un cayuco en la playa de Maspalomas con más pasajeros de los que embarcaron, todo se descompone. Y el olor de los cadáveres lo impregna todo. Dos cuerpos mustios, inmóviles, con las caras hundidas en la arena caliente, sus manos hechas garras como quien busca agua. En Para morir en la orilla, el detective Ricardo Blanco se enfrenta a uno de sus casos más dolorosos. En él, va a arriesgar no solo su vida sino la de aquellos a quienes más quiere. Esta nueva entrega esconde una oscura historia de tráfico de personas, prostitución y violencia policial.
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