Me regalaron este libro para mi cumpleaños buscando algo que no hubiera leído, ya que no tengo comentada ninguna novela de Michael Connelly en el blog. Lo cierto es que sí que he leído unas cuantas, pero por algún que otro motivo no ha habido ocasión de comentarlas. Esta no, afortunadamente (lo digo por el regalo).
Son novelas trepidantes, muy estilo cinematográficas, que consiguen evadirte de tu realidad al menos durante el tiempo que estás inmerso en ellas, que por otra parte no es mucho, dado el grado de enganche que consiguen. La evasión no dura mucho.
Aunque el principio parecía bastante previsible y dentro de los tópicos del género, al final hay una serie de giros que le dan un punto mucho más interesante. He disfrutado con la lectura. Muchas gracias.
A Harry Bosch se le asigna la investigación de un homicidio en la zona sur de Los Ángeles que lo lleva a la tienda Fortune Liquors, cuyo propietario chino ha muerto tras recibir varios disparos en un atraco. Con la ayuda de miembros de la Unidad de Bandas Asiáticas del departamento, Bosch investiga sin descanso el asesinato y pronto identifica a un sospechoso, un miembro de una tríada de Hong Kong en Los Ángeles.
Sin embargo, antes de que pueda interrogarlo, le informan de la desaparición de su hija Maddie, que vive con su madre en Hong Kong. Bosch deja todo y cruza el Pacífico para encontrarla. ¿Es posible que su desaparición esté relacionada con el caso? Hay tanto en juego, en la investigación y en lo personal, que Bosch debe librar una batalla desesperada en una ciudad donde nada es lo que parece.
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