Este libro de David Barrie, que trata sobre los viajes de los animales, ha sido el que hemos leído este mes en el club de lectura.
El título define perfectamente su contenido, pues estos viajes, tanto los que somos conscientes como aquellos que nos pasan desapercibidos, no dejan de ser increíbles. Si nos paramos a pensar en lo difícil que nos resulta a nosotros orientarnos en un sitio desconocido, y a veces también en nuestro entorno habitual, parece increíble que tantos animales sean capaces de realizar trayectos migratorios entre distintos continentes, o que sean capaces de volver a su lugar de origen para reproducirse, o tantos otros ejemplos que se relacionan en el libro que no son tan conocidos.
Lo cierto es que no hay conclusiones científicas claras acerca de si se orientan por las estrellas, por el campo magnético de la Tierra, por la polarización de la luz o por cualquier otro método. Pero simplemente el conocer todos los experimentos que se han realizado para demostrar una u otra teoría ya resulta lo suficientemente interesante como para que el libro resulte entretenido.
Y apto para profanos en la materia, como es mi caso.
Sinopsis