Sentía curiosidad por leer esta novela de Risto Mejide, al que conozco por los programas televisivos, y no sabía muy bien lo que me iba a encontrar, pues no he leído ningún comentario sobre ella. Y así de primeras y sin más diré que me ha encantado.
Para empezar, es una especie de biografía de Bach, pero en un aspecto concreto de su vida, que es la relación que tiene con su segunda esposa Anna Magdalena, de la que le separan 16 años, lo que no estaba muy bien visto en aquella época (en esta quizás tampoco). Al mismo tiempo nos narra otros dos momentos temporales: cuando se inhumaron los huesos de Bach, y cuando el pianista Glenn Gould graba un disco con una obra de Bach.
La estructura de la novela va alternando las distintas tramas e incluye en primera persona los pensamientos de Anna Magdalena, sin que en ningún momento perdamos el ritmo de la historia, pues al final todo está enlazado.
Creo que tiene un gran trabajo de documentación, y nos permite conocer mejor a este gran músico, aunque evidentemente habrá parte de ficción en la historia que nos cuenta.
Como colofón, cada capítulo lleva por título una de las obras de Bach, que he ido escuchando según leía el libro. Algunas las conocía, otras no, pero esa audición ha hecho que la experiencia de la lectura resultara mucho más placentera. Lo recomiendo sin ninguna duda.
Esta no es sólo una novela sobre Bach. Ni siquiera sobre música.
Esta novela es una novela sobre la libertad. La libertad de amar a quien tú quieras. La libertad de vivir como tú quieras.
En definitiva, la libertad de ser tú.
1720. Tras la reciente muerte de su esposa, Johann Sebastian Bach conoce a una soprano a la que prácticamente dobla la edad y ambos cometen el peor de los errores: enamorarse.
1894. Durante la inhumación de los huesos de Bach, se produce una misteriosa desaparición que desata la ira de una sociedad secreta y la sospecha de un asesinato.
1955. Pese a la oposición de todo su entorno, un jovencísimo pianista casi desconocido elige las Variaciones Goldberg de Bach para su debut discográfico. El pianista es Glenn Gould y la grabación marcará la Historia de la Música.
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