No había oído hablar de Carlota Suárez García, pero la encontré firmando libros en una Feria del Libro hace ya tiempo y estuve conversando con ella, y ahí fue donde compré esta novela, que se había quedado escondida entre el montón de libros pendientes. Me acordé de ella al ver que ha publicado recientemente otro libro y así le ha llegado su momento.
Tengo que confesar que no sabía lo que me iba a encontrar y que me ha sorprendido gratamente.
Es una novela policiaca, pero creo que va mucho más allá. Los personajes son muy potentes, no puedes evitar quererlos o incluso odiarlos, a veces los dos sentimientos a la vez. La historia actual se mezcla con el pasado y también nos permite atisbar algo de la historia antigua de los pobladores de Canarias.
Una mezcla muy bien llevada que te engancha casi desde la primera página y que va completando la trama poco a poco hasta llegar al final.
Tuve la suerte de estar en Agaete, donde transcurre la novela, hace un par de años, y ahora veo que me quedó pendiente visitar la necrópolis donde está ambientada. Una buena excusa para volver.
Y desde ahora mismo me apunto a esta autora en la lista de escritores a los que hay que seguir. Ha sido un auténtico descubrimiento.
Bajo la lava se encuentra la historia de un pueblo, pero los pueblos los forman los hombres y donde habitan los hombres... también lo hacen los monstruos.
En Agaete, un tranquilo pueblo de la isla de Gran Canaria, un grupo de arqueólogos comienza a excavar en una necrópolis aborigen, donde encontrarán el cadáver de una mujer desaparecida en el pueblo en los años cincuenta. El caso adquiere unas dimensiones sorprendentes cuando la policía judicial encuentra, a unos metros de la tumba, una fosa común con otros once cadáveres. Políticos, empresarios y altos cargos de las fuerzas de seguridad de la isla verán comprometidas sus carreras y su integridad en este caso, que una poco ortodoxa brigada, sin nada que perder, intentará resolver.
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