Esta novela de Javier Marías es una de las que más me gustó cuando la leí, y posiblemente la colocaría en un puesto bastante elevado en el ranking de mis lecturas favoritas, así que, al ver que habían hecho una edición especial por su 25 aniversario, no he podido resistirme a leerla.
Es una novela con una historia sencilla, pero a la que no le faltan sus recovecos, y donde todo el protagonismo lo tienen las emociones. Una novela que da gusto leer simplemente por el placer de leer. Y de esas que se pueden releer sin que pierdan la frescura de la primera vez.
Un autor que desafortunadamente nos dejó hace no mucho tiempo y al que creo que no se le ha dado la importancia que tiene. Sirva esta reseña como un pequeño y humilde homenaje.
Sinopsis